Extracto de la Tesis Filosófica “Ecología Franciscana”, Capítulo I, Apartado 5, pp. 36-37. Por Fray Jonathan García Zenteno, OFM Conv.
En nuestros esquemas de conocimientos, existen diversos tipos de ecología, y cada una responde a un área de la naturaleza en específico. Pero, en cuanto a la casa (oikos) se refiere, son muchas las variantes de conocimiento que nos competen. Desde este Esquema de Ecología Franciscana el conocimiento ecológico se entiende desde el estado de relación que el ser racional tiene con los otros, lo otro, uno mismo y el Otro. Para clarificar estas relaciones, lo explico, resumidamente, de la siguiente manera:
Relación con los otros.
Refiriéndome a mis semejantes, quienes fueron hechos a imagen y semejanza del Sumo Bien. Este encuentro con los otros es exclusivo para-entre el género humano.
Relación con lo otro.
Me refiero a los demás entes del oikos que se encuentran en nuestro hábitat, dígase animales irracionales, plantas y demás elementos animados o inanimados; por mencionar algunos encontramos: el agua, los minerales, el clima, etc.
Relación con uno mismo.
Este punto va enfocado al conocimiento que tiene el ser racional de sí mismo, su comportamiento, su relación, sus intereses, su proceder, su manera de desenvolverse en un medio determinado, la concepción que tiene de los demás entes con quienes comparte esta casa, su organización constitutiva (su genética, sus reacciones, etc.). Este punto de relación, partiendo de uno mismo, es fundamental para poder adentrarnos a la Ecología Franciscana, que es el tema primordial de este trabajo.
Relación con el Otro.
Notese que en este punto el Otro está escrito con mayúscula, refiriéndome al Sumo Bien. Este último punto de relación, se analiza, específicamente desde la postura filosófica, el encuentro e interacción que el ser humano tiene con lo Trascendente. Ese Ser infinito que sacia todo apetito que el ser humano pueda tener, y la relación con Él produce una evolución en el hombre que lo configura a una condición donde eleva los diferentes estadios de la persona, dicho de otra manera es la relación íntima entre Dios y el hombre.